Guardamar del Segura, un paraíso con una gran historia
Guardamar del Segura, un paraíso con una gran historia
Sus once kilómetros de playas, la desembocadura del río Segura, extensas pinadas y espectaculares dunas, hacen de Guardamar del Segura un importante punto turístico de la Costa Blanca.
La década de los años 50 saludaría por primera vez al turismo, y con el paso del los años este se convertiría en uno de sus principales motores de crecimiento.
Patrimonio cultural de Guardamar del Segura
En la pinada de Guardamar se haya un yacimiento fenicio que se remonta al siglo VIII a. C. Las investigaciones sacaron a la luz varios objetos de la época fenicia que llevaron a los arqueólogos a sospechar de la existencia de un asentamiento de dicha cultura en el lugar. Dichos hallazgos corresponden a un sistema defensivo compuesto por una gran muralla de alrededor de 12 metros de altura y diversos bastiones, además de una organización callejera tanto en el interior como en el perímetro exterior de dicha muralla. Asimismo se han conservado hornos y talleres metalúrgicos de hierro, plata y cobre. La existencia de estas construcciones, junto a la posibilidad de explotación de las salinas de la zona, nos da uno de los motivos principales por el que los fenicios decidieron instalarse en esta área.
En este lugar también se han encontrado muestras de la presencia de poblados ibéricos, entre las que destaca la Dama de Guardamar, hallada en 1987 en el yacimiento arqueológico de Cabeza Lucero. Este busto de una dama ibérica semejante a la Dama de Elche, de 50 cm de altura, está datado entre los años 400 y 370 antes de Cristo.
El otro gran descubrimiento arqueológico del lugar lo constituye la Rábita Califal, de mitad del siglo X. Al igual que ocurrió con el asentamiento fenicio, las dunas enterraron la rábita, conservándola casi en su totalidad. Alrededor de 900 años después, durante los trabajos de reforestación de las dunas, en 1897, se encontró una lápida fundacional que hablaba de la existencia de una mezquita en ese mismo lugar. Casi un siglo después, en 1984, comenzó la búsqueda de dicha mezquita. El resultado fue el hallazgo de 22 celdas con sus respectivos mihrabs, una mezquita, estancias para acoger a los viajeros y varios edificios anexos.
A comienzos del siglo XIII, una vez abandonada y enterrada la Rábita Califal, los cristianos construyeron un poblado nuevo, incorporado al Reino de Valencia y elevado a la categoría de villa real en 1304. Durante este siglo se construyo un castillo que fundado por Alfonso X el Sabio, hasta su total destrucción por los terremotos de 1829. En el Castillo de Guardamar se han documentado fases de ocupación desde el Hierro Antiguo hasta época Califal. Desde aquí se domina una amplia panorámica, que comprende toda la bahía costera y las tierras del Bajo Segura.
La obra de Francisco Mira: la reforestación de las dunas
A finales del siglo XIX las dunas amenazaban con tragarse el pueblo de Guardamar, igual que habían hecho con los asentamientos fenicios y árabes siglos atrás. En 1897 se aprobó por Real Orden el Proyecto de defensa y repoblación de las Dunas de Guardamar, llevado a cabo por el ingeniero alicantino Francisco Mira Botella. En 1900 comenzó una repoblación forestal que duró 30 años y en la que participó casi todo el pueblo. En una extensión de más de 700 hectáreas se plantaron más de 600.000 árboles, principalmente pinos, palmeras, cipreses y eucaliptos.
Al día de hoy, Guardamar del Segura se ha convertido en un pueblo acogedor amante de sus raíces, sus tradiciones y sus fiestas. Además se trata de un destino turístico nacional e internacional de primer orden.
Nos despedimos con este maravilloso vídeo donde además de su historia, podemos apreciar su belleza paisajística: